
18 Ene rutinas de orden y limpieza en casa ¿por qué no funcionan?
RUTINAS DE ORDEN Y LIMPIEZA
Si alguna vez has pensado que el tema rutinas de orden y limpieza en casa no va contigo y que a ti no te funcionan, el post de hoy es para ti. Como hablábamos hace unos días en instagram, el café para todos en estos temas no sirve. Yo huiría de aquellos que te vendan una rutina mágica que te salvará, porque cada casa es un mundo, así como la situación laboral, de salud, edad y cantidad de habitantes.
Hay pisos pequeños con uno o dos habitantes, pisos más grandes con una familia numerosa, o casas más grandes con niños y mascotas. La situación laboral o de salud de cada miembro hace muy difícil que una rutina pueda encajarte y funcionarte.
Así que, después de todo este tiempo he llegado a varias conclusiones en relación a este tema, y hoy quiero compartirlas contigo y darte ideas para hacer del mantenimiento de tu hogar una tarea menos pesada. Verás, la base de cualquier rutina, la que tú crearás para tí a tu medida, es la repetición. Hacerlo tantas veces que al final se mecanice y se haga de forma automática.
Además has de tener en cuenta tu nivel de exigencia y el del resto de habitantes de tu hogar (si los hay) , que seguramente será distinto. Hace falta llegar a un acuerdo sobre los mínimos que queremos para sobrevivir a nuestro día a día. No, esto no va de conseguir la perfección a todos los niveles y en toda la casa. Va de establecer mínimos que creemos que son imprescindibles en nuestro día a día.
Quiero añadir además, que si estás en una época de tu vida complicada por tema hijos pequeños, salud mental, separación, etc. y por lo tanto estás en modo supervivencia, olvídate de lo que vas a leer a continuación. Hay épocas en las que es IMPOSIBLE, días en los que superar el día ya es un gran logro. Ser ordenado y muy limpio no te convierte en mejor persona. No te pongas más presión ni más peso en la mochila del que ya llevas.
UNA RUTINA A TU MEDIDA
Vamos a crear una rutina a nuestra medida, que nos funcione a nosotros según nuestras necesidades. ¿Cómo?
Primero establece objetivos pequeñitos y muy sencillos por los que puedas empezar:
- La silla del dormitorio en la que se acumula ropa
- La escalera en la que se acumula de todo
- Las superficies horizontales del comedor que tanto atraen el desorden…
Decide algo pequeñito y comprométete tú (y tu familia si la hay) a mantener ese espacio despejado. El desorden atrae el desorden así que si la gente ve cosas en una superfície horizontal, van a dejar más. Que no se vuelva una costumbre es difícil, pero lo será menos si cada cosa tiene su sitio.
El problema de las rutinas es querer abarcar demasiado y no llegar a nada. Tenerlo todo a medias e ir como pollo sin cabeza de arriba abajo recogiendo, limpiando un cristal y distraerse por el camino regando una planta.
Establece sobre este objetivo unos pasos básicos y claros.
Por ejemplo, en el dormitorio: ventirlar, recoger toda la ropa, hacer la cama y pasar el robot aspirador.
Una vez marcados esos pasos, empieza por el más sencillo y no pases al siguiente hasta que tengas afianzado el primero. Por ejemplo, empiezo ventilando y haciendo la cama en el dormitorio. Hasta que esta rutina no esté consolidada (dicen que tarda un més aproximadamente), no pasaré al paso siguiente que puede ser por ejemplo poner el robot aspirador mientras hago lo otro. Y finalmente añadir el tema de la ropa. Todo a la vez, se hace cuesta arriba, así que mejor dividimos en cachitos el pastel.
Por supuesto no te olvides de felicitarte a ti y tu familia cuando consigáis un objetivo y no os frustréis si dáis un paso atrás de vez en cuando. En las épocas de vacaciones o confinamientos en los que pasamos más tiempo en casa juntos, es muy difícil mantener el orden, tómatelo con calma.
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REDUCE REDUCE REDUCE
Sé que me hago muy pesada con este tema, pero es que es la pura verdad! Cuantas más cosas, más desorden y más difícil limpiar. Más cosas que apartar, más cosas que levantar para quitar el polvo…Tú decides, si quieres dedicar más o menos tiempo a mantener tu hogar o prefieres dedicar ese tiempo a cosas que te hagan más feliz.
Así que sí, antes de empezar con alguna rutina, mejor haz una buena depuración, líbrate de todo aquello que no necesitas ni te hace feliz y despeja el espacio. Verás qué peso te quitas de encima. Tu tiempo es el bien más preciado del mundo, no lo malgastes limpiando figuritas infinitas en una estantería. Las dos sabemos que no te sobra.
Te dejo algunas de las pequeñas rutinas que hemos podido afianzar como idea:
Rutina diaria cocina : limpiar encimera y dejar fregadero despejado y limipo. Limpiar mesa y pasar aspirador. Si el suelo está sucio fregar.
Rutina diaria salón : colocar sofá y mantas, despejar superficies horizontales y pasar robot aspirador
Rutina diaria dormitorio :ventilar, recoger ropa, hacer la cama y pasar robot aspirador
Rutina niños: cada uno su cama y recoger la ropa en su cesto de la ropa sucia y ventilar
Además de las pequeñas rutinas diarias cada vez puedes ir añadiendo más tareas según la edad: doblar y guardar su ropa, poner la lavadora (con supervisión si no te fías), vaciar lavavajillas, recoger sus juguetes y manualidades, pasar el aspirador, prepararse el desayuno y la merienda, limpiar cristales, etc.
Y todo esto no significa que nuestra casa no tenga desorden, al contrario. Hablo de orden y limpieza pero es no implica que todavía quede mucho camino por recorrer.
LAS HADAS Y DUENDES DEL ORDEN NO EXISTEN
Es muy importante que todos los miembros del hogar participen en el mantenimiento del hogar dentro de sus posibilidades de edad u horarios. Al menos deben encargarse de mantener sus espacios tan pronto tengan edad e ir añadiendo, como comentaba antes,tareas a medida que crecen. Nada de hadas ni duendes mágicos que recogen juguetes todas las noches, ni la ropa tirada en el baño, o que devuelven las cosas mágicamente a su sitio.
Deja que los convivientes vean qué pasa si nadie hace lo que les toca hacer. Sí, lo sé, a veces piensas que se os comería la mierda, pero si siempre lo acabas haciendo tú, se acomodarán, y esto solo te creará más frustración y malos rollos.
Tu tiempo es tan importante como el de todo el mundo, y te mereces priorizar tu descanso.
Recuerda también que más vale hecho que perfecto, y no podemos ir detrás de la gente rehaciendo lo que han hecho. Todos aprendemos a distintos ritmos y tenemos distintos intereses. Enseña, anima y felicita! Ah! Y no dediques ni un minuto más de lo necesario a estas tareas, seguro que muchas, pueden esperar.
Espero haberte ayudado. Hasta la próxima!
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